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Aquí estoy, después de casi un año me decido a escribir de nuevo.

Lo cierto es que he tenido el impulso de escribir unas cuantas veces, pero los acontecimientos laborales que he vivido los últimos tiempos, han sido tan intensos y especiales que no he sido capaz de plasmar todo aquello que me habría gustado transmitir.

Para poneros en antecedente, por si hay algún despistado, el colegio en el que he trabajado los últimos quince años, El Colegio Estilo, ha cerrado, ha sido un proceso largo y penoso. He tratado por todos los medios que este tema influyera lo menos posible tanto a mis alumnos como a mis hijas ( escolarizadas en dicho centro).

Casi sin pensarlo y gracias al empuje de algunos de mis compañeros, hemos abierto otro centro, El Colegio Ingenio. Este ha sido un proceso duro y cansado, pero precioso y emocionante.

Básicamente este ha sido el motivo de parar de escribir.

Y los acontecimientos que estamos viviendo a nivel mundial, esta cuarentena, este Coronavirus que nos ha trastocado a todos, es el motivo de mi vuelta al blog.

A ver si soy capaz de ordenar todas las ideas que se agolpan en mi cabeza. Algunas ya las he leído por ahí, y es que son cosas de sentido común, cada vez estoy más convencida que carecemos de dicho sentido.

¡Nos hemos vuelto locos!

Es alucinante la cantidad de propuestas que nos llegan para entretener a los niños, me canso sólo de pensar el estrés que les transmitimos con tanta estimulación, cuando vamos a darnos cuentas que uno de los grandes males de nuestro tiempo, el estrés, se lo estamos trasmitiendo los adultos a los niños casi desde que nacen. Tenemos que dejarles, que se aburran, que inventen, que creen, que investiguen. Cuando les ofrecemos tantos recursos de alguna manera estamos cortando su creatividad.

Entendedme, todo en su justa medida, muchas veces, está bien proponerles actividades y realizarlas con ell@s, de esta forma creas lazos . Pero es importante que no tengan todo su tiempo pautado. Deben sacarse las castañas del fuego, deben tomar sus propias decisiones, en la medida de lo posible, respecto a cómo desean ocupar su tiempo. Para mí ,no hay nada más maravilloso que verlas jugar, inventar y disfrutar de su tiempo. Sólo cuando ellas demandan alguna actividad que necesiten y quieran  realizar conmigo intervengo. Hablo del tiempo de ocio, por supuesto.

Se nos olvida, que una gran parte de la jornada , al menos en Educación Infantil, debería estar dedicada a juego libre. Juego libre quiere decir sin intervención del adulto, sin pautas establecidas. Es decir, el niño decide a lo que se quiere dedicar en ese espacio de tiempo. Este tema da para mucho, ya que es fundamental para el desarrollo del niño tener esos espacios. Prometo intentar escribir sobre ello en breve.

¿Entonces por qué  nos hemos vuelto locos? ¿ Por qué estamos obsesionados con entretener a los niños, con ocupar todo su espacio con actividades dirigidas?

Esta claro que estamos viviendo una situación agobiante, desconcertante, terrible. No estábamos en absoluto preparados. Y todos tratamos de ayudar a los demás aportando , cada uno, lo que sabe hacer o lo que puede dar y eso está muy bien.  Pero a algunos nos ha generado una sensación agobiante.

Este es mi punto de vista , la vida, de alguna manera nos ha dicho, PARA. Quédate en tu casa, no salgas, no tengas reuniones sociales. Aprovechemos esta oportunidad para parar de verdad, soy consciente que es muy difícil, yo todavía no lo he conseguido. Pero si observo que la convivencia a medida que pasan los días es más fácil.

Es importante, crear algunas rutinas y algunas normas de convivencia. De repente nuestra forma de vida ha cambiado, hay que establecer nuevos códigos en casa.

Sin embargo, hay algo que no podemos parar, algunas obligaciones que tenemos que cumplir, los adultos tenemos que seguir trabajando desde nuestras casas , en algunos casos difícil tarea, los niños deben seguir con sus actividades lectivas.

Debemos  relajarnos , es evidente que no podemos con todo. Ni los maestr@s,  ni los padres en casa , podemos pretender reproducir lo que hacemos en el colegio. Tenemos que buscar nuevas estrategias. Adaptar nuestras propuestas a la situación. Hay familias absolutamente desbordadas , debemos prestarles ayuda, no agobiarles más. Las escuelas tienen que dar respuesta acertada al momento vital de sus alumnos. Deben de ser conscientes de las condiciones reales que se están viviendo en las casas. Por lo tanto, los maestr@s deben ser ahora más que nunca apoyo emocional para sus alumn@s. Tenemos que estar presentes , somos figuras de referencia para ell@s.  Hagamos un esfuerzo, me consta que muchos lo estamos haciendo, e intentemos buscar actividades que les puedan resultar atractivas,  que puedan realizar de forma autónoma , que resulten fáciles para los adultos que están con ellos ya que es muy probable que no puedan prestarles la atención deseada. No pasa nada si no avanzan en contenidos, les queda una hermosa vida por delante para aprender.

El mundo se ha parado, creo que nuestros niñ@s no serán peores personas, ni tendrán menos oportunidades si  en lugar de aprender (los contenidos establecidos) ahora , los aprenden dentro de unos meses, incluso dentro de un año. Pero creo que si no atendemos a las necesidades emocionales y del alma de nuestros niñ@s las secuelas si pueden ser irreversibles.

 

 

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