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Hoy es el Día del Libro.

Esta entrada la comencé a escribir hace un año exacto. Pero no fui capaz de terminarla. Me ha costado saber que es lo que quería contar sobre este tema tan rico y con tantas posibilidades.

Voy a tratar de explicar cómo trabajo el hábito de lectura y el amor por los libros tanto en casa como en el aula.

Se celebran muchos días, de muchas cosas y muy interesantes e importantes. Sin embargo, tengo especial predilección por este. Me gusta celebrar este día, sobre todo con mis alumnos. Siempre les digo que los libros nos enseñan todo, que gracias a ellos podemos acceder a diferentes mundos y podemos aprender aquello que nos interese, nos despiertan la mente y el ansia de saber.

Muchas personas me preguntan sí mis hijas son lectoras y qué hago para fomentar la lectura. Parece una pregunta fácil y sin embargo me cuesta responder. Mis hijas son grandes lectoras pero no estoy segura de saber explicar exactamente porque lo son. Sin duda el colegio y sus maestras tienen mucho que ver.

Soy lectora desde niña. Siempre me gustó enormemente la sensación de comenzar un nuevo libro.
Crecí en una casa llena de libros, mis padres han sido y son ávidos lectores al igual que mis hermanos, todos leemos, en nuestras cartas de Reyes y deseos de cumpleaños, siempre se encuentran unos cuantos libros.

Nunca me planteé no leer, me imagino que mi amor por los libros y mi hábito de lectura han sido unas conductas adquiridas , desde bien temprano, por imitación, cómo bien decía el anuncio, “ si tú lees, ellos leen”

Recuerdo que mi madre, siempre ha contado, que a nosotros desde bebés, en el parque con el resto de juguetes, nos metía algún libro. Cosa que yo también he hecho con mis hijas.

También recuerdo a mi madre planchando, y yo leyendo en voz alta los libros del cole, eran del Barco de Vapor, recuerdo dos en especial, El Pampinoplas y Cucho. Menuda paciencia, yo no tenía un don especial para leer , es más, me costaba bastante, silabeaba y la entonación era bastante monótona. Tuve mis problemillas de aprendizaje, dislexia, muchas palabras leídas de otra forma y no os cuento sobre la escritura, faltas de ortografía…gracias a mi perseverancia y a mis ganas de leer he llegado donde estoy. Tampoco soy directora de una multinacional, pero a mí me vale.

Mis hijas, efectivamente son grandes lectoras. Siguiendo los consejos de mi madre, desde bien pequeñas entre sus juguetes siempre había algún libro. Ninguna ha sido una gran comedora, había que entretenerlas para comer, siempre hemos utilizado cuentos y libros para ello. Teníamos una pila de cuentos en la cocina, cerca de su trona que desfilaban a la hora de comer, algunos con manchas de papilla por todas partes. Es curioso, me daba pena ver los libros destrozados y sin embargo , pensaba están cumpliendo su función, están entreteniendo y enseñando a su dueña. Esto sólo lo hemos hecho mientras no eran autónomas, una vez que han empezado a comer de todo y solas se han incorporado a la mesa como uno más y ni cuentos, ni juguetes.

Les he leído cuentos, pero no han sido una rutina habitual, en una hora concreta del día,lo he hecho cuando me lo han pedido. Desde bien pequeñas se han entretenido ellas solas hojeando los libros. Una vez que han interiorizado el proceso de lectura, sí he pasado ratos leyendo con ellas, tampoco lo hemos hecho como rutina.

La mayor de mis hijas, en seguida comenzó a engancharse con los libros. Quizá tuvo que ver que sus amigas también habían comenzado a leer con mucho entusiasmo , pronto comenzaron a intercambiar libros y a recomendarse. Por supuesto la labor de sus maestras en primero y segundo de primaria, fue fundamental. Despertaron en ella no solo las ganas de leer, sino algo fundamental, el amor por la literatura y por realizar una lectura comprensiva y de calidad. Comenzó a leer por las noches antes de dormir, hay noches que tengo que decirle varias veces que lo deje, que tiene que madrugar…

La mediana, también es una gran lectora. Quizá le cuesta un poco más engancharse a los libros. Pero disfruta de una buen lectura y tampoco perdona una noche. Gozó también de buenas maestras y ama los libros y las buenas historias.

La pequeña, todavía no sabe leer, está en ello. pero disfruta mucho con los cuentos y tampoco perdona una noche sin hojear dos o tres cuentos antes de dormir. A veces sus hermanas le leen alguno. Estoy convencida que va a ser una gran lectora.

En mi aula , suelo tener mis cuentos en una estantería, ellos saben que esos no los pueden coger libremente. Sin embargo cada mes , preparo una selección de cuentos, acorde con el tema que estamos tratando , y les permito hojearlos y manipularlos un rato cada día.

Suelo comenzar la actividad , nada más llegar, contando un cuento o dos. Por supuesto los cuentos que ellos puedan aportar de sus casas, siempre son bienvenidos y trato de encontrar el momento para leerlos o para que nos los cuenten ellos.

Además suelo tener una librería con cuentos a su alcance que pueden ver siempre que quieran y puedan.

Una vez a la semana vamos a la biblioteca del cole. Yo le explico qué es una biblioteca, que allí hay que estar en silencio, y podemos coger los cuentos que nos apetezca, los vemos y luego los cambiamos por otro. Así pasamos un rato, hasta que veo que la actividad les cansa. Luego solemos decir cada uno qué cuento nos ha gustado más y por qué. Durante ese rato, yo trato de estar viendo libros también. Hay que predicar con el ejemplo.

A veces también , les he organizado, unos cuantos rincones con diferentes libros, por ejemplo, un rincón con libros de los sentidos, otro con cuentos tradicionales, otro con libros de la naturaleza…pongo música clásica y por grupos tienen que ir rotando por los diferentes rincones.

 

En conclusión , creo que la clave para hacer una buena animación a la lectura está en permitir manipular los libros. Creo que los libros tienen que formar parte de su entorno desde que nacen, y tienen que manipularlos desde pequeños, tiene que ser parte de su cotidianidad .

Otro factor que creo importante es el ejemplo , no puedes pretender que tus hijos sean grandes lectores si no te han visto coger un libro nunca, si en tu casa no hay libros, ni ambiente lector.

He de decir que transmitir el amor por los libros es una de las labores más bonitas que realizo cada día y creo que una de las más importantes.

Feliz Día del Libro.

 

 

 

 

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